Que no quede ninguna duda, todo lo escrito en este blog es ficción. Cualquier similitud con hechos y personas de la vida real es pura coincidencia. Creemos que no está por demás decirlo, porque hemos visto en otros blogs que hay lectores enfurecidos cuando descubren que lo que se decía en ellos era pura ficción, “pura mentira”. Nunca falta quien se cree las más descabelladas historias de ficción. Así como nunca falta quien no se cree lo que es la pura verdad. En fin, nunca queda del todo claro.
En cualquier caso esta misma tarde le hemos dicho a la tía Consuelo que no existe. La pobre se puso como loca, no paraba de gritar, ¡No existo! ¡No existo! ¡No existo!, meciéndose los cabellos, mientras una lágrima corría por sus mejillas. Para consolarla le dijimos que hay peores cosas que no existir. Pero de nada sirvió, se pasó toda la tarde llorando. Al final, resignada, nos dijo: Sólo les pido que no se lo digan a mi sobrino Yacks.
Cabe mencionar que esto no significa que no puedan interactuar con el personaje. Existe apenas lo suficiente como para responderles cualquier duda.
Sin más por el momento, bienvenidos al último año en la vida del personaje de la tía Consuelo: de nada sirve llorar.
Atte:
La redacción
viernes, 4 de enero de 2008
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